miércoles, 4 de noviembre de 2015

Retazos del segundo regreso 2015

I
A los diez años tomó su suave mano, cerró los ojos, sintió el frío en su rostro, y se marchó, con ella, para siempre. (La muerte)

II
Mira la mañana
sin ojos que engañan
verás que la belleza es nada
verás que la fealdad es nada
porque cuando la veas despuntar
con ojos que engañan
verás que la mañana es bella
verás que la mañana es fea
que no es nada.

III
Dos niños bajando naranjas de los árboles,
innumerables avispas, abejas y abejorros,
asaltando el polen de las flores.
Un niño con el palo y el otro con el balde,
van bajando naranjas de los árboles,
van llenando el balde de naranjas,
mientras bajo el sol
las avispas, abejas y abejorros,
asaltan la virginidad de las flores.

IV
Los campesinos del trópico
huelen a miel y están cubiertos por la cera del panal.
Su inseparable machete al costado,
sus botas de caucho con medias de periódico,
la camisa manchada por el plátano.
Su silencio mientras bajan por la vereda
hacia su rancho pintado por el hollín,
por el humo de la madera.

V
Mientras leía aquel libro entre mis manos,
las moscas revoloteaban sobre él,
como si algo se pudriera,
como si algo en él se estuviera descomponiendo,
como si se hubiera muerto hace apenas unos días.

VI
De píe en el centro de la habitación de húmedas paredes
todo parece envejecer
y no se ha dado cuenta de lo rápido que sucede
los niños crecen y florecen en un parpadeo
los padres languidecen y se marchitan
en días y noches que duran lo que dura un aleteo.
De píe en el centro de la habitación  de húmedas paredes
todo parece crecer, florecer, languidecer y marchitar
entre parpadeos y aleteos
todo parece envejecer entre suspiros.


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