martes, 23 de agosto de 2011

Escupo, golpeo, insulto
descuartizo, quemo, destrozo:
cada árbol, niño, perro, flor, pájaro
y su canto en la plaza.

Luego con escoba y recogedor
atrapo en mi,
cada ceniza, corteza, hígado
ojo, pétalo, melodía.

Con tinta de papayuela y durazno
reciben mi abrazo,
uno a uno.

Vuelven a estar en orden.
¡a mi orden!
 Ahora lo comprendo.
Gracias.

lunes, 22 de agosto de 2011

Crítica, oh, critica.
En el futuro me daré cuenta
que convertí mi respiración amarga
en un orgasmo
que se plasmo en los múltiples horizontes
donde senté cada palabra.
Rígido como un árbol
pero aun así, el árbol
respira por sus innumerables hojas.

Disperso miro y miro:
La plaza esta llena.

El día soleado convoca:
niños, madres, viejos, palomas, jóvenes borrachos
y chicas en celo.
Es luna llena.


viernes, 19 de agosto de 2011

Gustav

Seguí la linea recta; era de un centímetro de ancha; no dejaba de mirarla; cada paso iba acompañado de una palabra y yo era la pluma de escribir.
Así empecé a recorrer el mundo, reglón por reglón; estaba escribiendo el libro más largo, el libro de mi vida.Cada momento es un capitulo, pero hoy saltare al décimo: ese sucedió en Praga: ciudad de cuantos de hadas y de ocultismo.
Había llegado allí porque unas noches antes, exactamente el nueve de mayo una amiga de antaño me envió un mensaje onírico: "ve y busca a un maestro".
Hoy once de mayo, he llegado a la ciudad, ciudad de caballeros inmortalizados que pareciera que en cualquier momento fueran a salir de las pinturas a cabalgar por las nubes.
Seguí mi camino, ¿un maestro?; quería escribir una historia, tendría que ser un maestro de escritura, pensé.
El camino me llevo a una gótica casa protegida por ángeles con lanzas y caras de demonios con enormes colmillos y lengua estirada hasta la barbilla. Dos manos enormes eran la cerradura, toque la enorme puerta y esta se abrió.
Caminé  sobre una alfombra, estaba rodeado de columnas adornadas con rosales en cobre. Al final del salón, rodeado de candelabros ramificados con grandes velones blancos, se encontraba un hombre calvo que meditaba envuelto en su túnica roja que se esparcía por el suelo.
- Vengo buscando un maestro que me enseñe a escribir.
- Sigue y arrodíllate.
En medio de los dos se encontraba una casa de arena blanca y un palo delgado.
- Díme, ¿que te hace pensar que soy un maestro de escritura?
- Tus manos y esta caja de arena.
- Y... ¿que quieres escribir?
- La historia de mi vida, maestro.
-Y, ¿para que?
Me seguía preguntando sin abrir sus ojos.
- Para que nunca me olviden.
- Escribe tu nombre.
Tome el palo y en la caja de arena lo escribí:
GUSTAV
- Gusto en conocerte Gustav- Dijo abriendo por fin sus ojos.
Cuando deje el palo en su puesto, el maestro estiro su pié y derramo toda la arena en el suelo.
- Ahora escribe tu nombre.
De nuevo tome el palo que ya no estaba en su sitio y sobre la arena esparcida, escribí:
GUSTA
No había sitio en la arena para terminar de escribir el nombre.
- Gusto en conocerte Gusta. - Esta ves sopló tan fuerte que toda la arena se disperso y desapareció a la vista.
- Todo se transforma: !ya no soy un maestro de escritura, no tengo caja ni arena donde escribir!
- Pero aun tienes manos, maestro.
El maestro se puso en pie y su túnica se cayó, quedo totalmente desnudo y los brazos no existían en su huesudo cuerpo.
- !Ahora no tengo arena donde escribir, ni brazos con que!.
Cuando dijo esto el maestro, las columnas empezaron a agrietarse y a caer escombros del techo.
- Ya no podrás escribir la historia de tu vida, ni hacer que la gente te recuerde, por que hoy sin arena donde escribir y sin manos para escribir...  !pongo punto final tu historia y a la mía!.
Todo se vino abajo.
Todo se vino abajo, pero el maestro se equivocó. Entre los escombros, lleno de polvo salí; y el punto final, solo fue un punto aparte, donde después de veinte reglones inició el capitulo once.
Luego entendí que un punto aparte puede ser catastrófico.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Golondrinas de la plaza


Mi corazón
es como el kiosko de la plaza:
verde profundo.

A vista de un invierno,
una torrencial tormenta:
las golondrinas revolotean, danzan, se preparan...

Al caer la primera gota de lluvia;
y con sus columnas frías,
las golondrinas se esconden dentro de mi corazón,
dentro del kiosco de la plaza.

Llueve, los truenos y el frío
penetran mi esqueleto
que se debilita y siento caer,
como una pluma que produce un susurro en el silencio.

Puede que sea la era de hielo eterna;
sin que los arrollos y  ríos
se descongelen y vuelvan a fluir por mis venas.

Pero...
a caso no va a terminar?
el sol no brillara mas?
quien tiene el control del clima?
Quien tiene el control del clima de mi corazón?

NO mas, ya no creo en las visiones de los meteorólogos.
Hoy creo en mi
hoy creo ser el viejo, el fantasma
que le hecha sal a la nieve.
Esa nieve con la que los niños del norte
hacen ángeles.

Si, es un retoño
de la flor primaveral.

Ahora las golondrinas salen,
reciben el alimento
de la boca de sus padres.

¡Se preparan para volar!

Es el riesgo que vale la pena
el riesgo de una nueva primavera
el riesgo de vivir
el riesgo de amar.

Las golondrinas se arriesgaron a volar
y danzaron libres.

Y el techo del kiosco
se lleno de líquenes y musgo...
de vida.

como mi corazón.

martes, 16 de agosto de 2011

¡Isabela Maravilla!

Isabela entra en mi habitación.
Mi nombre es Dimitek, hace poco me encerré en esta habitación;
la pinte toda de negro, ventana y puerta también.
Y luego en ese espacio vacío me senté.

Isabela entra en mi habitación
                                             vacía.

Isabela es sabia
Isabela es linda
Isabela me alegra
Isabela me deja en éxtasis.

Isabela, Isabela me encanta decir tu nombre, no me canso.

El sonido de tus pasos:
los palos que tocan el tambor:
mi corazón.

Isabela en medio del vacío crea maravillas,
crea maravillas con sus delicadas manos,
toma las mías
y crea maravillas.

Me abraza,
y en medio de los dos crea una explosión multicolor.
¡Que maravilla!

Isabela, Isabela
has creado obras maestras;
has parido al Quijote
y conquistado el país del nunca jamas.

Y hoy quisiste verme,
pintamos el negro vacío
y lo volvimos multicolor.
Isabela Maravilla.

lunes, 15 de agosto de 2011

El todo antes del todo

El todo antes del hombre
antes de los animales
antes de las plantas
antes del fuego
el agua
la tierra
y el aire;
antes del mundo
antes del universo
el todo antes del todo:
una pagina en blanco.

La esencia
el creador
el escritor.

La tinta de la pluma:
¡AMOR!

Cada palabra:
un ser
un elemento.

El punto final:
el todo después del todo
 Una nueva pagina en blanco.

sábado, 13 de agosto de 2011

Sombrillas negras.

I
El joven camina
en invierno la multitud con sombrillas negras
se oculta de la tormenta.

Él, mueve sus brazos como péndulos
que el tiempo cuenta.
No esconde su alegre rostro
es libre de mostrarlo,
nadie lo ve.

Alguien observa
pero todos no miran.
Seguir adelante y comprar
la sombrilla negra es la salida fácil.

Al día siguiente
las sombrillas negras
conquistaron la ciudad.

II
Ella, en el café, escucha la tormenta
ve a la gente pasar
decapitadas por las sombrillas negras.

Presenció un milagro
el joven no tan apuesto
se muestra alegre, sin miedo.

Extrañado, la siente.
Ella se oculta tras su cerrada sombrilla negra.

Al día siguiente
escucha la tormenta
sentada en el mismo café...
Las sombrillas negras
han conquistado la ciudad.

viernes, 12 de agosto de 2011

"No les van a hacer nada"

I
En momentos de melancolía
aparece un viejo con gorro negro y mal olor.
Engaña los pichones con comida;
atrapa un macho y una hembra.
¡Carajo! tan lindos mis pichones
todavía no quiero comerlos,
son demasiado flacos.

II
Luego el viejo, por cinco pesos
mete los pichones en la bolsa de su amigo,
con calma y serenidad, dice:
"entre más atrapo, más aparecen.
     ese es el equilibrio de la plaza"