Escupo, golpeo, insulto
descuartizo, quemo, destrozo:
cada árbol, niño, perro, flor, pájaro
y su canto en la plaza.
Luego con escoba y recogedor
atrapo en mi,
cada ceniza, corteza, hígado
ojo, pétalo, melodía.
Con tinta de papayuela y durazno
reciben mi abrazo,
uno a uno.
Vuelven a estar en orden.
¡a mi orden!
Ahora lo comprendo.
Gracias.
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