domingo, 15 de julio de 2012

BUSCANDO


Buscando, paso las hojas como aspas. Aspas que con el tiempo han ido formando un callo que aísla mi carne del contacto contigo. Por eso no hablo de ti, si no de mí. Creo la fortaleza con ladrillos invisibles.

Buscando encontré la página en blanco, llena de horizontes: hilos sin coser palabras que remendaran el drama de mi pecado.  Pecado inocente, infantil, al que tomé (y no quiero más) para no sentirme traicionado. 


¡Traición al traidor!

En este juego participan todos mis fantasmas, uno tras de otro, pero nadie delante de mí. Siempre con puñales (apuntando al frente) escondidos bajo las mangas de pesados trajes oscuros  guardados en armarios de casas milenarias. No asesinaría a nadie, solo…

¿Esperar?


Es enterrar mis pies en tu sexo, mujer, o en tu ano, corazón, y mostrar la blanca espalda de mis ojos a tu distante orgasmo y latir. Ahogar mi mirada en lo profundo de mi cabeza y soñar, en un lindo y sublime jardín perfumado, rosando tus labios de textura de pétalo… y darme cuenta que lo deseado son labios embadurnados grotescamente con una gruesa capa de labial.

Buscando escribí y no encontré más que una puñalada. Una muerte, nacimiento de la próxima víctima y victimario. Nuevo fantasma, nuevo vivo. Cadena  con eslabones de vida y muerte, logros y saboteos que rebotan en otros lucros. Rumiar de manzanas verdes, maduras y podridas.

Ahí te dejo el plato servido. No te levantes de aquí hasta no comer, hasta no terminar. Si no comes, más hambre te dará y tus dientes se afilarán para devorar la apetitosa cena. 

1 comentario: