miércoles, 9 de noviembre de 2011

Quinta noche de un día soleado de Junio

En mi habitación los libros revolotean como mirlas.
Las letras danzan como cortesanas.
La filarmónica, elegante, estaba afuera de la ventana, era:
colores de primavera y frutas tropicales, cada una con su instrumento.

Las notas musicales eran los parejos de las letras.
Y yo nado entre ellas, son mi océano.
Yo, un pequeño pez amarillo y azul chapoteo entre los libros, las letras y, la música de primavera.

El océano se descongelo.
leven anclas y abran las velas, nos marchamos al sur
donde están las frutas.

En la noche, las estrellas nos guiaran,
hasta llegar al polo sur.
y esta sera otra vuelta al mundo.

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